¿Cómo silenciar la mente?
La mayoría de las veces somos nosotros mismos los que magnificamos los problemas o las situaciones difíciles.
¿Por qué sucede esto?
Resulta que nuestra mente termina convirtiéndose en nuestro peor enemigo.
Ante los problemas de cada día todos tenemos la tendencia a pensar que estos problemas vienen de fuera.
¿Y si esto no fuera exactamente así?
¿Y si la mayoría de los problemas que nos angustian, que nos roban la paz y la serenidad se originaran en nuestro interior?
Imagina que tienes dos mentes: Una, que no para de monologar y se encarga de hacerte ver los problemas más difíciles, hasta el grado que piensas que no tienen solución. Y la otra, es callada, que en medio de su silencio te da la capacidad de resolver precisamente esos problemas que no sabes cómo resolver.
Uno de los métodos más efectivos para el autocontrol es EL SILENCIO.
En lugar de estar dándole vueltas en tu mente a las cosas, lo que conocemos como rumiación, llevas tu atención a TU RESPIRACIÓN, en ese momento, sorprendentemente encuentras una solución inesperada para ese problema que te parecía tan complejo, tan difícil de solucionar.
Resulta que cuando los pensamientos crean una REVOLUCIÓN EN LA MENTE, el cerebro comienza a producir cortisol, que es la hormona del estrés
El cortisol libera las glándulas suprarrenales y ayuda al cuerpo a lidiar con situaciones estresantes, ya que el cerebro desencadena su liberación a través del sistema nervioso simpático (el sistema de “lucha o huida”) en respuesta al estrés.
La liberación a corto plazo de cortisol puede ayudar a huir rápidamente del peligro, pero cuando los niveles de cortisol son demasiado altos durante demasiado tiempo, esta hormona puede hacerle más daño de lo que ayuda.
Con el tiempo, esto puede provocar una serie de problemas de salud como aumento de peso, presión arterial alta, enfermedades cardiacas, insomnio o dificultad para dormir, irregularidades del estado de ánimo y bajos niveles de energía.
Lo más importante es evitar a toda costa que esto suceda, por eso es vital que aprendamos a detener esos pensamientos que nos producen cortisol.
Cuando te encuentres en una situación complicada que no sabes cómo resolver, no escuches tus pensamientos.
Busca mantenerte en silencio cinco minutos y resiste la tentación de ir a donde el pensamiento te quiere llevar.
Céntrate en tu respiración.
Esto es AUTOCONTROL.
